miércoles, 14 de octubre de 2009

Aprender a Desaprender

La mente humana es uno de los grandes misterios que quedan por resolver. Cómo se define la estructura del pensamiento, la formación de las ideas, de la lógica, de los propios sentimientos que a veces luchan contra los instintos animales que aguardan rezagados en nuestro interior, enigmas que la ciencia estudia y a la que tanto la psicología, la biología, medicina, neurología e incluso la Inteligencia Artificial tratan de dar respuestas.
Dentro de ese laberinto que es nuestro pensamiento, una de las cosas que ya sabemos es que al ser humano le cuesta (y mucho) negar un conocimiento que daba por cierto. Psicológicamente hablando, admitir un error es algo muy difícil y esta dificultad se vuelve casi una misión imposible cuanto más tiempo lleve lo aprendido arraigado en nuestras neuronas.
Es por ello por lo que cosas tan evidentes como que la tierra no es plana o que provenimos de una evolución costaron siglos en ser aceptadas e incluso provocaron la muerte de aquellos que promulgaron verdades que iban en contra de lo ya establecido.
La causa: el miedo al cambio que subyace en la psiquis humana.
Si todo está bien, no lo toques, o como dice el refrán, más vale malo conocido que bueno por conocer.
Quizás sería bueno que nos enseñaran desde pequeño a cuestionarnos las verdades absolutas, a encontrar nuestras propias respuestas de los enigmas que nos rodean.
Quizás sería bueno aprender a desaprender, a aceptar el cambio cuando se produce y no cuando nos hemos estrellados contra él.
Dicen los expertos que esta lucha del ser humano contra aquello que cuestiona lo aprendido es herencia de nuestro cerebro de reptil, un legado más de la evolución, del camino que nos llevó del animal que fuimos al animal que somos.
Es bueno aprender algo, aprender a desaprender que lo que creíamos importante a veces se vuelve vacío. Que aquello que olvidamos era lo realmente importante.
Cambiar no siempre es malo, a veces saltar al vacío no es una locura, sino un nuevo camino a la verdad, y la ciencia sabe mucho de eso.
¿Te atreves a saltar?

4 comentarios:

  1. abrir la mente porque hasta ahora nada ha dado resultado.
    Besos y amor
    je

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Hace mas de 7 meses tuve el privilegio de ser el primero en escribir un comentario en este blog.
    Despues y poco a poco se han producido infinidad de participaciones y aquellas palabras parecen que se han hecho todo una realidad, estando cada día el blog mas "vivo". SALTAREMOS.

    5 de marzo de 2009 19:25 ---> Esperemos que esto sea solo el comienzo de un larga aventura bloguera.
    Enhorabuena y muchos ánimos!!!

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  4. A veces, dar ese salto es comprometido.
    Tanto que se cuestiona, la necesidad de deshacer lo echo.
    Tanto que supone entrar en discrepancias, con uno mismo.
    A veces dar ese salto es necesario...
    ¡Por uno mismo y los demás…!

    Saludos de J. M. Ojeda

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