jueves, 30 de julio de 2009

Misterios Lunares IV. Conclusiones Imaginativas

Origen desconocido, leyendas de la antigüedad, órbitas imposibles, composición extraña, cráteres que nos miran desafiantes... No hay respuesta, ¿o sí?.
Muchos son los que plantean que todas estas incógnitas sólo tienen un camino, una solución: Suponer que la Luna es un artefacto artificial, una macro nave que sirvió como un gran arca de Noé en otros tiempos y que fué usada por una civilización superior para colonizar o estudiar nuestro planeta.
La hipótesis de Mijail Vasin y Alexander Sherbakov.
En Julio de 1970, la revista Sputnik publicaba las sorprendentes teorías de dos científicos soviéticos que facilitaban la explicación de todas las peculiaridades lunares que habían sido detectadas durante la conquista del satélite.
Según Mikhail Vasine y Alexandre Sherbakov, ambos de la Academia soviética de ciencias, la Luna estaría, como hemos ya supuesto hueca. Pero además añadían una curiosa anotación "La Luna no es un satélite natural de la Tierra, sino un enorme planetoide hueco, construido por alguna civilización altamente desarrollada y tecnológicamente avanzada, habilitado artificialmente en su interior y que habría sido puesto en la órbita terrestre hace miles de años". Apuntaban que, “Además del carburante que debió servir para el viaje, la cavidad interna de la Luna debe contener también herramientas y accesorios para efectuar reparaciones, instrumentos de navegación, dispositivos de observación y todo tipo de maquinaria".
Obviamente, de esta forma todas las preguntas que nos hemos realizado tendrían "coherente respuesta".
Actualmente, la Luna sería o una ciudad muerta que sirve de féretro a la civilización que se halla en el interior, o una cáscara repleta de instrumentos espaciales, que fueron controlados automáticamente, mucho tiempo después de que el satélite fuese abandonado por sus habitantes, en una época difícil de precisar.
Así, la Luna es una esfera rodeada de una fina costra. Probablemente, esta envoltura externa esta formada por dos capas. Una externa que cubre el exterior con un aspecto tosco que sirve para absorber y amortiguar los impactos de los meteoritos y cuyo espesor debe alcanzar los treinta y dos kilómetros. Debajo de esta envoltura exterior, hay probablemente gases que constituyen la atmósfera propicia para mantener la vida. Aún mas abajo deben hallarse zonas habitables en el núcleo de la Luna, con reservas de combustible, maquinas, sistemas y equipamientos para las necesidades de una civilización autónoma. Una estructura hueca semejante dentro de la Luna, sería el motivo de una densidad tres veces menor a la de la Tierra.
“A primera vista, nuestra teoría parece alocada”, escribían Vasine y Chtcherbakov, “pero cuanto más examinamos todas las informaciones y datos recabados por el hombre en la Luna, mas convencidos estamos de que no hay ningún hecho que contradiga nuestra tesis. Ningún científico que estudie el origen del universo ha sido capaz de explicar como se llegó a formar el sistema Tierra-Luna”...
¿Realidad o Fantasía?, ¿Ficción o Ciencia?. En la próxima entrega las respuestas finales: La verdadera verdad sobre nuestra Luna