miércoles, 8 de abril de 2009

¿Un Sueño?

Todos las noches se repite el mismo sueño, vuelvo a ese lugar desconocido, vuelvo a un donde y un cuando que no sé identificar. Pero vuelvo con ella.
Al introducirme por primera vez en ese sueño sin nombre me di cuenta de que estaba maldito. Avanzaba por un valle terrible, reseco bajo la luna. A lo lejos vi la ciudad, emergiendo misteriosamente de las arenas, como aflora parcialmente un cadáver de una sepultura deshecha. El miedo me hablaba desde las oscuras estrellas que se alzan en el firmamento, no las escuché.
...
Cada vez me cuesta más salir de esta especie de pesadilla, es como si ese sueño capturara mi alma, cada vez recuerdo menos quien soy y cada vez me cuesta más mantenerme despierto.
Cuando duermo se abre ante mi un terrorífico paisaje donde afloran grandes columnas plagadas de almas herrantes que se alzan hacia el cielo, intentando retar al mismísimo Rey Sol, donde la madre Tierra está hendida por rios negros sobre los que discurren naves de acero que transportan los restos de una sociedad en decadencia.
No habitan Dioses estas tierras valdías y secas.
Todo es tan distinto de mi hogar, todo es tan diferente de la vieja Khalnathar, con sus hermosos palacios, con sus jardines donde... donde... que difícil me es recordar...
Una vez, en este lugar maldito, vi algo que supe después que era mi reflejo, no me reconocí, no sabía qué o quien era, tenía algo que se denomina en este mundo extremidades, cuerpo. Es extraño, aún no comprendo la necesidad este defectuoso envoltorio de mi esencia.
Es confuso, esta extraña nueva existencia es muy distinta de aquello que soy en realidad, es monótona, rutinaria... Los otros entes se mueven como si no existiera, algunos sí me reconocen y se comunican e incluso siento afecto por ellos. Pero aún así este mundo se me descubre como un todo vacio.
Solo vuelvo por que sé que ella también está aquí.
...
Otra vez regresa el mismo sueño. Pero en realidad nunca es el mismo, es un cuasi-universo paralelo en el que todo fluye a un ritmo distinto del que conozco... o conocía.
Cada vez me es más difícil distiguir la realidad de la ilusión, lo que existe de lo que parece existir. Al final sólo ella me mantiene cuerdo, pero ella está en el otro lado, a tavés del espejo, tras el conejo blanco.
...
Hoy he despertado empapado de sudor, no recuerdo lo que estaba soñando. Me he levantado, he abierto la ventana y he visto el mundo de hormigón y acero que me rodea. A través de una nube el sol comienza a vislumbrarse, sé que estoy donde debo estar.
Me he girado y allí estaba ella, mirándome, con una sonrisa que no supe comprender.
Y ahora que he descubierto la verdad ya es tarde.
PD. Cuidado por donde surcan vuestras naves. Nadie dijo que navegar fuera fácil.
Hasta el Lunes. Felices días de Viaje. (la semana que viene empezaremos con Psicofonías, no os lo perdáis)