miércoles, 27 de enero de 2010

Primer Pilar. Heisenberg y la Incertidumbre

La capacidad de aprender, de analizar, de comprender es algo que aún maravilla a los científicos. Cómo se origina el conocimiento en nuestra mente, cómo las ideas se combinan para resolver los misterios del Universo... Un saber que se sostiene sobre unos pilares mágicos...
Hoy vamos a mostrar uno de los descubrimientos más importantes de la Edad Moderna, un simple hallazgo que pudo cambiar el mundo: El Principio de Incertidumbre.
Enunciado en 1927 por el ilustre navegante Werner Heisenberg, este teorema es una de las Columnas sobre las que se levanta nuestro templo del NO-Conocimiento humano.
De forma muy simplificada, este sencillo principio demuestra que es totalmente imposible conocer al mismo tiempo el valor de ciertas variables como son la posición y velocidad de cualquier partícula (por ejemplo un electrón) ya que el efecto de conocer una produce una modificación aleatoria sobre el valor de la otra.
Esta afirmación que aparentemente no nos supone un cambio en nuestra forma de observar el mundo, en realidad lo modifica todo: Nada es lo que parece, porque nada puedo conocer en su totalidad.
Es la demostración física de que cuanto más profundicemos en el conocimiento de algo, en realidad menos sabremos sobre el todo. Es la verdad cuántica de una de las mayores limitaciones del saber humano, la demostración de que existen enigmas que nunca podremos llegar a responder. Y no estamos hablando de complejos problemas, sino de preguntas tan simples como averiguar la velocidad y la posición de un objeto en el espacio.
Como vemos, la incertidumbre rodea nuestra existencia, una realidad donde nada podemos saber y donde nada es lo que parece.
¿Aún confías en lo que crees saber?... Solo sé que no se nada... y nos quedan dos Pilares...
Próximamente más navegantes.