Siempre ha existido un miedo, un temor a que las máquinas superen al hombre, a que se revelen y destruyan nuestro orden conocido.
Lo curioso es que ya son más rápidas, más longevas, más resistentes, más fuertes, en general más eficientes y no se ha acabado el mundo.
Pero el equilibrio de paz y tranquilidad que sentimos hacia esos seres inertes cambia cuando hablamos de la Inteligencia.
Hoy no voy a entrar en la definición de inteligencia, y la posición del ser humano con respecto a este concepto. Lo que si es obvio es que para nosotros la inteligencia es el DON que nos hace diferentes de todo aquello que nos rodea (ilusos) y cualquier cosa que pueda equipararse a nosotros Sí nos aterroriza.
Existen multitud de teorías sobre la capacidad del ser humano de generar inteligencia artificial y más allá de esta inteligencia incluso de generar una conciencia propia. En los próximos días os mostraré algunas ideas que seguro os harán pensar sobre si es posible o no dar el paso definitivo (o si ya se ha dado).
¿Acaso no somos nosotros mismos unas máquinas bien logradas en las que miles de engranajes nerviosos trabajan para generar el pensamiento?...
¿Jugaremos a ser Dioses en un mundo de máquinas que deambularían por redes de información como el viejo monstruo de Frankestein?
Mañana empezaremos a navegar por esas aguas.
Espero que os guste.
Entradas
