Muchas pruebas hemos mostrado esto días, testimonios sagrados, construcciones imposibles, visitas y abducciones... y aún podríamos escribir páginas y más páginas sobre misteriosos casos, sobre los famosos expedientes X, tantas y tantas evidencias que refuerzan nuestra creencia-necesidad de que no estamos solos en este mar azul.
Muchos piensan que estos visitantes son pacíficos, ya que si fueran malvados, por qué todavía no han acabado con nosotros... eso mismo debieron pensar tantas especies animales ya hoy extinguidas, únicamente diezmadas por capricho de modas pasajeras, sin razón ni causa lógica. Quizás estos seres estén esperando su momento.
O quizás este encuentro sea tan maravilloso y constructivo como fue el del hombre europeo con los indígenas americanos (o australianos o africanos...) una civilización tecnológicamente más avanzada que supo entender la convivencia pacífica de culturas y creencia distintas de forma constructiva y pacífica (obviamente esto último es irónico).
Puede que sean seres bellos, puros, energía sin corromper que de forma telepática nos comuniquen el mensaje esperado: Nuestra razón de existir y el camino a la salvación, a la vida eterna que parece tanto ansiamos.
Pero todas estas creencias, como se dijo en el primer post de esta serie, parten de una premisa cuasifalsa: Los extraterrestres existen, son inteligentes, viven en nuestro mismo momento temporal y nos han encontrado en un mar de planetas áridos e infinito.
¿E.T. existe? Yo desconozco la respuesta cierta. Verdad es que hay muchas cosas que no sabemos explicar, verdad es que existen evidencia de civilizaciones anteriores y superiores a la nuestra, que sean de otro planeta, que descendamos de dioses bajados del cielo, eso es ya otra historia...
Lo que si sabemos es que ayer no se produjo el esperado contacto, sobre lo que pase hoy, aún no se nada.
Espero que os haya gustado este pequeño viaje sacado del cofre.
Nos vemos navegantes.
Por supuesto que me gusto el paseo... espero volver en otro momento a pasear por el universo, un saludo, Reme.
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