Muchos perdieron al crecer aquella luz que ilumina la mirada de un niño, algunos la escondieron en lo más profundo de sus corazones, otros olvidaron la ilusión de sorprenderse. Muchos simplemente se dejaron llevar por un mundo mecanizado en el que la imaginación y los sueños son recuerdos del pasado.
Afortunadamente existen Navegantes que se esfuerzan en crear fantasía, en escribir que aún hoy son capaces de sorprender al más incrédulo.
Hoy viernes, os voy a dejar con uno de los mejores ilusionistas del mundo, René Lavand, un poeta de las cartas que, superando una limitación física que a muchos les habría impedido acercarse a los juegos de manos, es capaz de hacernos soñar con los versos que escribe con sus cartas.
No se puede hacer más lento, ese es el título de este famoso y sencillo engaño, quizás su belleza radique precisamente en su simplez, seis cartas que se mueven pausadamente. Un regalo para los sentidos, un arte en el olvido, un sueño para disfrutarlo despierto. Espero que os guste.
Nos vemos Navegantes.
Nos vemos Navegantes.
Feliz fin de semana.
PD. ¿Cuál de los tres trucos os gustó más?